La idea:
Hace un
tiempo, un buen amigo de mente muy perspicaz me planteó la
siguiente cuestión: ¿Qué pasaría si en
las siguientes elecciones se presentara una gran coalición de
partidos con un programa de mínimos que transformara este país
en un estado verdaderamente democrático? Le pedí que me lo
explicase mejor, él me
dijo: “Es sencillo, todos los partidos que
quieran un cambio real presentarían una
candidatura conjunta con un programa reformista de
mínimos pactado entre todos (un contrato electoral con el ciudadano). En las
listas irían representantes de todas las formaciones y el proyecto
incluiría una fecha de caducidad para garantizar que no se iban a apoltronar en el poder”. La idea parecía muy buena y le pedí que me aclarase un poco qué
era eso de la fecha de caducidad: “Muy sencillo, exclamó, se da un
año de plazo para hacer las reformas, se hacen, se disuelve
el parlamento y se convocan unas nuevas elecciones. Las primeras
realmente justas y democráticas, sin incluir sesgos. Tendríamos así, añadió, la oportunidad de tener un verdadero estado de derecho y cambiar este sistema decadente
y corrupto”. Me dejó bastante convencido, pero no tenía muy claro
lo del programa de mínimos así que le pregunté si podía
aclarármelo y me dijo: “el 15M ya trabaja en algo así,
obviamente debe ser pactado entre todos, pero seguro que a una gran
mayoría le interesaría reformar la ley electoral, hacer una ley de partidos,
fomentar la democracia participativa, evitar la presentación de
candidatos imputados, etc...”
Teniendo
en cuenta que quedan aun más de dos años de mayoría absoluta del PP y
viendo cómo imponen sus ideas neoliberales a golpe de Decreto-ley,
no debería resultar muy difícil encontrar la forma de aunar fuerzas
para echar a andar este proyecto.
Estaba casi convencido, sin embargo aún me quedaban algunas dudas así que decidí echar unos números para ver
si existía alguna posibilidad de éxito:
La hipótesis:
Pensé, que de la abstención
probablemente un 50% sería gente desencantada que no ve solución
real a través de las urnas. Pero en un proyecto así se
implicarían yendo a votar. Pensé también que el voto nulo y el
blanco elegirían esta opción, sé que es mucho imaginar, pero hay
que partir de algo. Incluí en la lista de votantes posibles a todos
los partidos excepto a los partidos de derechas (PP) o pro-sistema como
el PSOE, también es una forma limitada de seleccionar pero al menos
podría ver algún resultado concreto, elegí las elecciones generales
de 2011 y las autonómicas de Galicia de 2012, los
resultados podéis verlos en las tablas que adjunto:
Elecciones Generales 2011
-
Elecciones 2011Partidos de derechas / prosistema
PP10.830.693PSOE6.973.880CIU1.014.263UPYD1.140.242PNV323.517Total pro-sistema:20.282.595Abstención/Nulo/Blanco/Otros partidos
50% de la abstención4.855.388Blanco333.095Nulo317.886Resto de partidos4.307.962Total pro-cambio9.814.331
En
las últimas elecciones generales, una
supuesta candidatura pro-cambio
hubiera obtenido 9.814.331
de votos frente a los 10.830.693 de votos del PP. Se hubiera
posicionado como segunda fuerza impidiendo esta mayoría absoluta que
nos atenaza. ¿Cómo sería hoy con todos los votos que ha perdido el
PP tras más
de un
año de recortes y
con el caso Bárcenas en todos los medios?
Elecciones Galicia 2012:
-
Elecciones Galicia 2012Partidos derecha/ pro-sistema
PP653.934PSOE293.671Total pro-sistema947.605Abstención /Nulo/Blanco/Otros partidos
50% de la abstención416.339Nulo37.472Blanco38.410Resto Partidos520.052Total pro-cambio1.012.273
En el caso de Galicia - los
resultados electorales más próximos en el tiempo - el PP renovó su mayoría absoluta y
obtuvo más escaños. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera presentado
esa gran coalición? Los números hablan: el PP obtuvo 653.934 votos y
nuestra hipotética coalición obtendría 1.012.273, más que el PSOE
y el PP juntos.
La solución:
Sé que existen muchas lagunas y que seguramente hay muchos errores en este planteamiento, pero al menos abre
una puerta a la esperanza, nos hace entrever que la posibilidad de
cambiar esto está en nosotros y que no es tan difícil. Hay esperanza, se puede hacer. ¿Nos atreveremos a intentarlo?